¿Será así?
¿Cuántas personas diremos esto cada fin de año?
¿Lo cumplimos?, ¿Cuánto tiempo nos dura?
De verdad me pregunto ¿Cuántas vidas se vuelven nuevas?, ¿Cuántas creen que se puede?
Yo digo, ¡Porque no!
Pero, no lo veo tan literal como la expresión misma, pues “vida
nueva” es muy difícil de lograr, no creo que es el caso para todos. Y va
dependiendo de cada uno, de lo que uno mismo quiere lograr, ser o
disponer.
No podemos cambiar nuestra vida pasada, pero si podemos visualizar una persona nueva, mejorada.
Quiero desearles a cada uno de ustedes, mis amigos de Caminando con
Jesús de la mano, una vida nueva: corazones dispuestos a amar sin
excepción; mentes dispuestas a perdonar sin rencor; almas abiertas a
recibir a Dios, sin complejos, sin peros, con fe. ¡Dios está para todos!
Aprovechemos ésta vida que vivimos con dolores, penas, angustias,
enfermedades, injusticias y más…entreguemos todo esto en los pies de
Jesús bajo la cruz, para levantémonos con la cabeza en alto, positivos
que la carga de la cruz ya no pesará y se llevará con paz y paciencia. Y
cada vez que comience a pesar, volveremos a la cruz.
Aprovechemos ésta vida que vivimos con amores, alegrías, gozos,
triunfos, y más…entreguemos todo esto en los pies de Jesús en la Santa
Eucaristía, para dar gracias, para glorificar su triunfo de la muerte,
por su sacrificio, por estar siempre con nosotros, vivo y esperando que
compartamos con Él todos nuestros logros, desde lo más pequeño, hasta lo
más grande.
Hagamos del 2014, un año diferente, un año con mucha bondad, positivismo, y como dice el Santo Padre, con creatividad.
Jesús es Misericordia y Providencia. Jesús es AMOR.
¡Feliz año nuevo!
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