lunes, 11 de noviembre de 2013
¿Cómo comenzar a orar?
A mi cuando me dicen que la oración es fuerte y potente, lo creo, porque lo he vivido.
No es lo mismo decirle a una persona en pena, que ore y que tenga fe si no cree.
O no quiere creer.
Cuesta tener la mente abierta a entender que si existe Dios y que si actúa en nuestras vidas, hasta donde uno le permite cuando no lo vives.
Yo no comencé este blog, sin la inspiración del Espíritu Santo. El me ha ido guiando y me va dirigiendo. No puedo escribir de algo que no se y menos haber vivido. Conocimiento es muy poco el que tengo, a penas estoy “tratado” de tener crecimiento espiritual y me cuesta porque el día a día me come y me obstaculiza el camino.
Pero ¿Qué pasa, si yo ato a los pies de Jesús todo lo que me aleja de Él? Si lo pido con fe, claro que si lo alejará. Ya aprendí en 14 años que lo que se pide con fe se cumple y lo que se pide en cadena de oración o en comunidad, también.
Hagamos el ejercicio con una persona sin fe. ¿Qué tendría que hacer para comenzar a creer?
Primero dar el primer paso de orar. Simplemente orar, hacerlo constante, continuo. Darse la oportunidad de querer creer.
Buscar un momento de soledad, un espacio de concentración. Puede ser al bañarse, antes de dormir, al levantarte, en el carro, etc.
Busca un espacio para ti, cinco minutos son suficiente, pero claro entre más tiempo le dedicas, más profunda puede ser tu oración. Jesús no quiere oraciones elaboradas, ni complicadas. Puedes comenzar con alabarlo, ensalzarlo, luego dale gracias por lo que quieras y termina pidiéndole lo que necesitas (no lo que quieres).
Un buen ejemplo de oración para un “principiante” es la alabanza.
No confundamos la oración con el rezo. Rezar es importante, pero no es tu conversación con Dios. Orar es conversar, es tener ese momento de conexión. Pero no olvidemos que orar es de dos vías. No solo se trata de hablar si no escuchar también.
Cómo comenté al inicio, orar en grupo o en cadena también es una manera excelente de comenzar. Pedir apoyo. Esto es más efectivo para alguien que le cuesta creer, pues al ver una comunidad o un grupo de personas unidas en oración es más fácil y efectivo ver resultados favorables. A veces lo que cuesta para comenzar este tipo de oración es pedir la ayuda, encomendar una oración a otros.
Una vez, comienzas a orar, puedes apoyarte con pasajes de la Biblia. Hacerlo en el Santísimo. Rezar el Santo Rosario (recuerda que aquí pones tus intenciones y meditas. Es una combinación de oración y rezo).
La oración eleva el alma al cielo. Tocas tu más intimo yo y te entregas de una manera que te relaja y tranquiliza. Nunca terminaras una buena oración sin sentirte mejor.
Puede ser relajante e inspirante, y así poco a poco te irás llenando y abriéndole la puerta al Espíritu Santo para que actúe en tu vida y en tu entorno.
Poco a poco irás creyendo y te irás enamorando de tener ese contacto con Jesús que no querrás dejar de hacerlo, se convierte en una necesidad. Ese contacto diario con Él te hará sentir, creer y vivir.
Es importante dar el primer paso, darse uno la oportunidad de creer. Lo bueno, de tratar es que no hay consecuencias negativas, no hay perdida de tiempo, no hay efectos secundarios. Es más que nada elevar tu vida interior a otro nivel de seguridad, de paz de que sabes que hay un Dios cuidándote siempre que se lo permitas. Prueba y llámalo ya.
Ve a orar…es el camino seguro a la fe.
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