Por medio de ella y en ella comenzó el cristianismo.
Conoce le Dogma para reflexionar:
Cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra el dogma de fe que nos revela
que, por la gracia de Dios, la Virgen María fue preservada del pecado
desde el momento de su concepción, es decir desde el instante en que
María comenzó la vida humana.
El 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX proclamó este dogma:
“…declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina
que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda
mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los
méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por
Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los
fieles…”
(Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854)
María es la “llena de gracia”, del griego “kecharitomene”
que significa una particular abundancia de gracia, es un estado
sobrenatural en el que el alma está unida con el mismo Dios. María como
la Mujer esperada en el Protoevangelio (Gn. 3, 15) se mantiene en
enemistad con la serpiente porque es llena de gracia.
Las devociones a la Inmaculada Virgen María son
numerosas, y entre sus devotos destacan santos como San Francisco de
Asís y San Agustín. Además la devoción a la Concepción Inmaculada de
María fue llevada a toda la Iglesia de Occidente por el Papa Sixto IV,
en 1483.
El camino para la definición dogmática de la Concepción
Inmaculada de María fue trazado por el franciscano Duns Scotto. Se dice
que al encontrarse frente a una estatua de la Virgen María hizo esta
petición: “Dignare me laudare te: Virgo Sacrata” (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti).
Y luego el franciscano hizo estos cuestionamientos:
1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado original?
Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.
Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él.
2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado original?
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.
Sí, Dios lo puede todo, y por tanto podía hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada.
3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace?
Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.
Todos respondieron: Lo que a Dios le conviene hacer, lo que Dios ve que es mejor hacerlo, lo hace.
Entonces Scotto exclamó:
Luego
1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original.
2. Dios podía hacer que su Madre naciera Inmaculada: sin mancha
3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha
del pecado original. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo,
lo hace.
La Virgen María es Inmaculada gracias a Cristo su hijo,
puesto que Él iba a nacer de su seno es que Dios la hizo Inmaculada para
que tenga un vientre puro donde encarnarse. Ahí se demuestra cómo Jesús
es Salvador en la guarda de Dios con María y la omnipotencia del Padre
se revela como la causa de este don. Así, María nunca se inclinó ante
las concupiscencias y su grandeza demuestra que como ser humano era
libre pero nunca ofendió a Dios y así no perdió la enorme gracia que Él
le otorgó.
La Inmaculada Virgen María nos muestra la
necesidad de tener un corazón puro para que el Señor Jesús pueda vivir
en nuestro interior y de ahí naciese la Salvación. Y consagrarnos a ella
nos lleva a que nuestra plegaria sea el medio por el cual se nos revele
Jesucristo plenamente y nos lleve al camino por el cual seremos
colmados por el Espíritu Santo.
Fuente: ACI Prensa
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