jueves, 23 de agosto de 2012

¡Dios Existe!


Tengo muchos testimonios de vida de porque creo en Dios, y  de porque me consta su existencia. Iré narrándolos  todos en este blog, pero debo de ir uno por uno según como me va guiando el Espíritu Santo, pues él tiene su razón para que vayan surgiendo según la necesidad de quien los pueda leer. Por lo mismo, mis relatos en este blog no van en orden cronológico.
Mi hijo mayor (10 años), cuando tenía dos años y medio padecía de muchas alergias que lo mantenían siempre enfermo, tan enfermo que no comía, se despertaba cada dos horas en la noche y pasaba con su constante tos, flema, ojos inflamados y la típica nariz constipada. Después de luchar tanto tiempo para poder quedar embarazada y ver a mi hijo pequeño tan enfermo me destrozaba.
Después de andar de doctor en doctor, especialista en especialista, terapias tras terapias, decidimos operarlo pues sus infecciones en los oídos se le iban poniendo peor, la cirugía no era mayor, pero como se sabe, toda cirugía tiene algo de riesgo y no deja de causar temor. El día que llegamos al hospital para la operación mis nervios me estaban traicionando pero no quería que mi bebé sintiera mis temores, cuando el entró a la sala de operaciones mi sentimiento era que no entrará "solo" y mi cuñado siendo Otorrinolaringólogo fue quien lo asistió, lo cual fue lo único que me dio tranquilidad.
Mi hermana y mi suegra decidieron llevarme a la capilla del hospital, me hincaron en medio de ellas y comenzaron a rezar; ambas son personas muy devotas y servidoras en diferentes grupos religiosos por lo que en medio de la oración sentí que me imponían manos y hablaban en lenguas (algo que en ese momento no entendía porque lo hacían), pero la paz me comenzó a envolver y mientras las escuchaba orar, hincada y con mis ojos cerrados tuve una visión... vi en un plano senital (aéreo) toda la sala de operaciones oscura y solo se destacaban como con una luz que enfocaba a cada persona.
Estaba mi cuñado, sentado en un banco en la cabecera de la camilla, trabajando sobre la cabeza de mi hijo, luego vi a mi hijito en la cama y sosteniendo su mano izquierda estaba sentada sobre un banco, la Virgen María, acariciando su manita y lo veía tiernamente, luego atrás de ella en una esquina elevado en el aire había un ángel hermoso, con una armadura de plata brillante y con lo que parecía una falda de soldado romana roja, sus alas extendidas sobre volando en ese espacio viendo lo que estaba pasando (en el momento pensé que era San Rafael Arcángel); luego vi caminando por el final de la camilla a Jesús vestido con una túnica blanca, con sus brazos cruzados hacia atrás de su espalda, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo en sentido de aprobación de lo que estaba viendo y tenia una sonrisa en sus labios, después de él, del lado derecho de la camilla vi unas maquinas y una enfermera viendo éstas con una mascarilla sobre su boca.
Ahí entendí que todo iba a estar bien, salí con una paz inexplicable. Esto que vi no se lo comente a nadie. Mi hijo salió de la operación bien, sin complicaciones y a las horas comenzamos a ver el cambio en él pues al salir de la anestesia lo primero que dijo fue "tengo hambre".
Al día siguiente de la operación ya con el niño más tranquilo le pregunte que como se había sentido entrar a la sala de operaciones y le pregunte si se acordaba con quien había estado allí, (a todo esto, yo refiriéndome a mi cuñado) y el niño me contesto que si, que allí habían estado "todos" con él. Al escuchar esto, me sorprendí y fue cuando le pregunte: "quienes son todos?" (recordemos que estoy hablando de un niño de dos años) pero da la casualidad que mi hijo a su edad, hablaba muy bien. Él me contestó: "Jesús, Mamá María y el Ángel" al escuchar esto me entró escalofrío y le pedí que me contará que como sabía él si estaba dormido y me dijo que no estaba dormido y que los vio tal cual yo los había visto. Comencé a llorar y busque una imagen del Ángel para ver si era el mismo que yo había visto, al encontrarla vi que era San Miguel Arcángel! quien había estado velando por él. Mi chiquito al ver la imagen me dijo que si, era él mismo quien había estado allí.

San Miguel Arcángel 
Al escuchar esto, le di mi testimonio a quien se me acercara pues no podía con tanta emoción, y en una de tantas, se lo comenté a mi cuñado, quien lo operó. Con su reacción me sorprendí más, pues él lo que me contestó fue que además de haber sentido que todo fluyó sin complicaciones, fue que efectivamente como yo lo había visto a él trabajar sobre mi hijo era la manera en que se hacía ese tipo de operaciones y que también la máquina que mide los signos vitales y la enfermera de atención estaban del lado derecho de él.
Gloria a Dios! y que me diga alguien que esto es fabricación de dos imaginaciones es inaceptable.
Mi hijo, milagro por intercesión de la Virgen María Rosa Mística, ver el post de  como-una-semilla-de-mostaza., como no iba a estar ella como su madre con él en ese momento para brindarle su amor y tranquilidad; quien mejor que Jesús, el doctor de doctores para dirigir la cirugía, dando su visto bueno y quién mejor que San Miguel Arcángel protector contra el mal para vigilar el momento. Todo tiene sentido, y este es uno de mis tantos testimonios de vida que quiero compartir con el mundo de porque si DIOS EXISTE y está con todos nosotros, solo tenemos que ser como niños para poderlo ver, con corazón abierto.

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