lunes, 2 de junio de 2014

Oración para implorar los dones del Espíritu Santo

Estamos a unos días para celebrar Pentecostés. Preparemonos para recibir al Espíritu Santo.

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1. Venid, oh Espíritu Santo, y concedednos el don de la SABIDURÍA, que dándonos a conocer la verdadera dicha, nos separe de las cosas del mundo y nos haga gustar y amar los bienes celestiales.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

2. Venid, os Espíritu Santo, y concedednos el don del ENTENDIMIENTO, para que más fácilmente conozcamos y penetremos las verdades y misterios de nuestra Santa Religión.

Gloria al Padre...

3. Venid, oh Espíritu Santo, y concedednos el don del CONSEJO, que nos haga elegir en todo momento lo que contribuya más a la gloria de Dios y a nuestra propia santificación.

Gloria al Padre...

4. Venid, oh Espíritu Santo, y concedednos el don de la FORTALEZA, que haciéndonos superar todos los obstáculos que se oponen a nuestra salvación, nos una tan íntimamente a Dios nuestro Señor que nada, ni nadie, pueda separarnos de Él.

Gloria al Padre...

5. Venid, oh Espíritu Santo, y concedednos el don de la CIENCIA, que nos dé el perfecto conocimiento de Dios y de nosotros mismos y de los medios que debemos poner en práctica y los peligros que debemos evitar para llegar al cielo.

Gloria al Padre...

6. Venid, oh Espíritu Santo, y concedednos el don de la PIEDAD, que nos conduzca a cumplir con facilidad todo lo que sea del servicio de Dios y nos haga encontrar siempre dulce y ligero el yugo del Señor.

Gloria al Padre...

7. Venid, oh Espíritu Santo, y concedednos el don del TEMOR DE DIOS, que nos haga evitar con el mayor cuidado en todos los instantes de nuestra vida, todo lo que pueda desagradar a nuestro Padre Celestial.

Gloria al Padre...

Venid, oh Santo Espíritu Consolador, Padre de los pobres, dulce Esposo y suave refrigerio de las almas; venid y enriquecednos con las misericordias de vuestros siete dones, y danos con ellos vuestros preciosos frutos, a fin de que con vuestra divina asistencia guardemos puro nuestro corazón en la tierra y merezcamos después ver a Dios eternamente en el cielo. Así os lo pedimos por Cristo Señor nuestro que con Vos y el Eterno Padre vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Espíritu Santo

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