martes, 21 de enero de 2014

Oración La armadura de Dios


Me pongo la armadura de Dios para estar vestido de Cristo.
Me pongo el casco de la Salvación en la cabeza, y llevo mi mente a la cautividad de Nuestro Señor Jesucristo. Someto mi voluntad a la tuya, y ruego porque tu Voluntad Perfecta se haga en mí.
Me pongo el casco de la Salvación sobre los ojos para ver con los ojos de Jesús.
Me pongo el casco de la Salvación sobre la nariz, para participar de las fragancias de Nuestro Señor Jesucristo y yo sea agradable a El.
Me pongo el casco de la Salvación sobre las orejas, para escuchar la Voz del Señor, y solamente obedecer su voz.
Me pongo el casco de la Salvación sobre la boca, para que las palabras de mi boca y las meditaciones de mi corazón, sean agradables a ti ¡Oh Señor, mi Fuerza y mi Redentor!
Me pongo la coraza de la rectitud sobre el corazón, y te doy gracias por esta vestidura, porque yo no tengo ninguna que sea mía.
Me pongo el cinturón de la verdad en la cintura, para pararme con seguridad, y fortalece al hombre en mi interior.
Me pongo las sandalias del Evangelio de la Paz, y me calzo los pies de la Plenitud del Evangelio, para ir a proclamar la Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo.
Sostengo el escudo de la fe con la mano izquierda, para desviar las flechas incendiarias del Enemigo. Tu ¡Oh Señor, eres mi Fortaleza, mi valuarte, mi Redentor!, y a ti solamente acudo.
Empuño la espada del Espíritu con la mano derecha, que es más aguda que cualquier espada de dos filos, penetrando y discerniendo las intenciones del corazón.
Cúbreme con tu Preciosa Sangre, y crea en mí un corazón limpio, y no permitas que caiga la maldad sobre mí.
Erige un grueso escudo de fuego alrededor de mí, y no permitas que caiga sobre nosotros ninguna maldad.
Pongo a mi familia, a mis padres y hermanos, mi Comunidad y a mi mismo bajo la Cruz de Jesús y la Protección de su Sangre Preciosa, en el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. Amén.

La armadura de Dios

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