martes, 12 de febrero de 2013

Obediencia…¿Conocemos la palabra?



Con la noticia reciente de la renuncia del Santo Padre Benedicto XVI, muchos saltamos consternados, sorprendidos, abrumados; es una GRAN noticia, nadie puede negar eso. Y nos preguntamos ¿Por qué?, pero y ¿El sacrificio?, pero ¿Qué no debe de ser Papa hasta morir? Y más.

Otros saltaron a la defensiva, ya viendo venir el ataque de los que se aprovechan de cualquier cosa para atacar la Iglesia católica.

Otros comenzaron las cadenas de oración, orgullosamente poniendo en alto lo que realmente significa amar al prójimo, sin importar que pasa alrededor. Apoyar al Papa, sin importar porque lo hizo, agradecer al Papa por su labor, etc. He aquí el buen ejemplo a seguir. Porque el ataque viene fuerte. Sepamos defender nuestra FE.

Para los que no sabemos o no entendemos, he aquí como debemos de actuar para mejorar.

Lo primero que decimos los católicos es que somos: “Católicos, Apostólicos y Romanos”. ¿Somos los tres, realmente?, ¿Conocemos que significa esto? ¿Sabemos que debemos de respetar y OBEDECER como nuestro Santo Padre nos guía? Nos guste o no nos guste.

Creo que aquí comienza todo conflicto dentro de los católicos y el resto del mundo. Hace miles de años, después de la resurrección de Jesucristo, TODOS eran católicos, siguiendo la nueva iglesia de San Pedro… Hasta que vino UNO y se reveló, por no OBEDECER lo que la iglesia le dictaba. Creó su propia secta y lo demás es historia…

Ahora, mantenemos el mismo conflicto, nos cuesta obedecer; creemos que obedecer significa HUMILLARSE usando mal el sentido de la palabra. Cuando significa señal de sumisión y acatamiento, pero para muchos esto es vergüenza, ser tonto e inútil. Jesús es el maestro y fue humillado. La humillación nos hace humildes, nos hace humanos, nos hace tolerantes y en este mundo hay que saber tolerar.

No importa si el Vaticano se equivoca, no importa si nuestra comunidad religiosa es corrupta, no importa si son injustos, infieles…Jesús ya tomó nota de todo eso y a Él le darán cuentas estas personas cuando sean juzgadas por Dios.

Nuestro trabajo no implica, criticar, desobedecer y ahuyentar al hermano. Nuestro trabajo implica: ORAR, apoyar, guiar con paciencia y amor al prójimo en su camino siempre que podamos.
El Santo Padre Pio de Pieltrecina. ¡GRAN HOMBRE! Gran Santo, gran católico. Mejor ejemplo de un buen católico no puede haber más que él. OBEDIENTE ¡siempre! Y por eso está donde está, disfrutando la santa gloria del cielo.

Castigado por el Papa y él siempre, obediente.
Juzgado por la misma Iglesia y el siempre, obediente.
Criticado por sus hermanos Capuchinos y él siempre, obediente.

Todo cae por su propio peso, si algo está malo, caerá por su propio peso, pero no seas TÚ el causante de cualquier tragedia que afecté a terceros, porque tú pagaras por tus actos. No hay acción, sin reacción.

¿Qué pide la Virgen María repetidamente? ORAR
¿Qué hacia Padre Pio todo el día? ORAR
¿Qué nos enseñó Jesucristo? ORAR

Por oración, hay sanación, hay milagros, hay unión, hay esperanza.

Tratemos de obedecer a nuestro párroco, nuestra comunidad, nuestros jefes, nuestra iglesia. Tratemos ser católicos de verdad.

Este es un buen momento para obedecer, es un buen momento para subir un escalón más en nuestra santidad. Aprendamos a acatar sin preguntar o juzgar.

Aprendamos, aprendamos, aprendamos.
Bendiciones,

Obediencia. Según La Real Academia Española

(Del lat. oboedientĭa).
1. f. Acción de obedecer.
2. f. Especialmente en las órdenes regulares, precepto del superior.
3. f. En las mismas órdenes, permiso que da el superior a un súbdito para ir a predicar, o asignación de oficio para otro convento, o para hacer un viaje.
4. f. En dichas órdenes y en las congregaciones religiosas, oficio o empleo de comunidad, que sirve o desempeña un religioso por orden de sus superiores.
~ ciega.
1. f. obediencia que se presta sin examinar los motivos o razones de quien manda.
~ debida.
1. f. Der. obediencia que se rinde al superior jerárquico y es circunstancia eximente de responsabilidad en los delitos.
acatar ~.
1. loc. verb. ant. Tenerla o rendirla.
a la ~.
1. expr. U. como fórmula de cortesía para indicar sometimiento al gusto de otro.
dar la ~ a alguien.
1. loc. verb. Sujetarse a él, reconocerlo por superior.

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