miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿Qué te hace falta para ser feliz?

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Antes de contestar esta pregunta, quisiera que te hagas primero otra pregunta y si es necesario, haz una lista. ¿Qué te hace feliz ahorita?

Al haberte contestado y revisado tu respuesta ahora pregúntate, ¿Qué te hace falta para ser feliz? Si es necesario, haz una lista también.

Ahora revisa ambas listas y mira si estas cosas que “te hacen feliz” o “lo que te falta para ser feliz” son externas a ti. Por ejemplo: tener empleo, no tener deudas, una casa más grande, poder estudiar, etc.
 
Si la mayoría de tus respuestas son externas o si todas son externas, será difícil que encuentres la felicidad. ¿Por qué? Porque  el centro de tu vida no es Dios y cuando sacamos a Dios de nuestras vidas, te vas olvidando de lo que de verdad vale y da felicidad. Tus prioridades cambian y estás más cerca del pecado.

La felicidad debe de salir dentro de ti y no venir de afuera. Todo lo que viene de afuera es efímero, tiene un limite porque una vez lo logras, después quieres más y sigues buscando esa felicidad que nada llena. Hay un vacío interno.

Es como la historia del Joven rico que habla con  Jesús (San Mateo 19:16-24) El quería obtener vida eterna y cumplía todos los mandamientos, pero había algo que lo ataba al mundo y no le permitía sentir esa felicidad de obtener vida eterna. Y era porque su centro de vida eran sus riquezas. No tiene nada de malo, ser rico, lo malo es hacer al dinero el centro de tu vida. Jamás tendrás paz, mucho menos felicidad.

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photo copy 2Si eres soltera, quieres un novio y casarte; si eres gorda, quieres ser flaca; si eres bajo, quieres ser alto; si eres pobre, quieres ser rico; si careces de salud, quieres estar sano; si tienes un trabajo, quieres otro…y así vamos caminando en la vida, buscando la felicidad afuera.

Pero, ¿Qué pasa si buscas la felicidad dentro de ti? ¿Cuándo Dios vive en ti? Nada te puede quitar la paz y con la paz viene la felicidad. Esa felicidad que no se acaba.
Fuimos creados para ser felices, para amar, viviendo en comunidad; no solos, ni apartados del mundo.

No debemos de confundirnos pensando que al tener esa felicidad interior, la vida deja de ser difícil y dejemos de tener problemas. No, eso siempre estará, pero cuando uno es feliz de verdad, los problemas se llevan con paz.
Se puede ser feliz cumpliendo el 1er mandamiento de Dios que es Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a ti mismo (Que es lo que nos dejo Jesús)
Lo podemos lograr siguiendo tres pasos:
  1. Amar a Dios: TIENE que ser el centro de nuestras vidas, de ahí parte todo lo demás. Dejarnos guiar por el Espíritu Santo, solo Él nos puede motivar. Hay que incluir a Dios dentro de nuestras familias, consultar con Él todas nuestras inquietudes y decisiones.
     2. Amarte a ti mismo: hay que saber respetarse primero uno para respetar a los demás.   Valorarte,
         aceptarte como eres (físico y forma de ser). Saber y entender que Dios, siempre está contigo.

     3. Amar al prójimo: aprender a vivir con los demás, coexistir, tolerar. No somos seres
         individuales, estamos hechos para vivir en comunión. Aprender amar sin condición.

Recuerda, la felicidad debe de venir de adentro hacia fuera, repartirlo y compartirlo.

Tratemos de buscar esa felicidad cada día, no permitamos que el pecado nos aleje de esa felicidad que nos merecemos.  El pecado viene de todos los tamaños y colores cuando se trata de vivir en el mundo y a veces la infelicidad se ve más atractiva que la propia felicidad. Yo lo acabo de entender, por eso se los comparto  y les dejo la tarea de que busquen esa felicidad que se merecen.

Yo lo quiero ponerlo en practica ya, porque nunca es tarde para ser feliz y no perdamos el tiempo buscándolo en el mundo.

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