martes, 23 de diciembre de 2014

¿Qué es la Navidad?

Feliz Navidad

La Iglesia en su misión de ir por el mundo llevando la Buena Nueva ha querido dedicar un tiempo a profundizar, contemplar y asimilar el Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios; a este tiempo lo conocemos como Navidad. Cerca de la antigua fiesta judía de las luces y buscando dar un sentido cristiano a las celebraciones paganas del solsticio de invierno, la Iglesia aprovechó el momento para celebrar la Navidad.
En este tiempo los cristianos por medio del Adviento se preparan para recibir a Cristo,”luz del mundo” (Jn 8, 12) en sus almas, rectificando sus vidas y renovando el compromiso de seguirlo. Durante el Tiempo de Navidad al igual que en el Triduo Pascual de la semana Santa celebramos la redención del hombre gracias a la presencia y entrega de Dios; pero a diferencia del Triduo Pascual en el que recordamos la pasión y muerte del Salvador, en la Navidad recordamos que Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
Así como el sol despeja las tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir. Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.
La Iglesia en su papel de madre y maestra por medio de una serie de fiestas busca concientizar al hombre de este hecho tan importante para la salvación de sus hijos. Por ello, es necesario que todos los feligreses vivamos con recto sentido la riqueza de la vivencia real y profunda de la Navidad.
Por último, es necesario recordar que durante la Navidad celebramos en tres días consecutivos, 26, 27 y 28 de diciembre, tres fiestas que nos hacen presente la entrega total al Señor:

San Esteban, mártir que representa a aquellos que murieron por Cristo voluntariamente.

San Juan Evangelista, que representa aquellos que estuvieron dispuestos a morir por Cristo pero no los mataron. San Juan fue el único Apóstol que se arriesgó a estar con La Virgen al pie de la cruz.

Los Santos Inocentes que representan a aquellos que murieron por Cristo sin saberlo.

Existe una profunda semejanza de las fiestas de finales de diciembre y comienzos de enero con las de marzo, sin duda porque ambos meses, enero y marzo, han sido considerados por diversas culturas como inicio del año. Enero era el mes dedicado a Jano. San Paciano, obispo de Barcelona en el siglo IV, ya hablaba de mascaradas paganas que tenían lugar por estas fechas, diciembre y enero. Muchos Santos Padres condenaron estas fiestas paganas. Las Saturnalias o fiestas en honor a Saturno se celebraban entre los días 17 y 23 de diciembre. Las muy posteriores fiestas de los obispillos, el Bisbetó de Monserrat,la fiesta del Rollo, el obispo de los locos o el abat de los locos de los días 6 y 28 de diciembre, según los casos, que subsistieron en los pueblos españoles como residuos de aquellas Saturnalias, se celebraban también en las iglesias.
Hay referencias históricas de que en la Edad Media había grandes libertades en los templos. Por tanto, es muy probable que los Papas eligieran el 25 de Diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús con el fin de que los fieles cristianos se apartaran de las celebraciones paganas del solsticio de invierno.
La Navidad venía así a ocupar el lugar que todavía llenaban esas fiestas saturnales y otras propias del invierno en Roma. Reinando Constantino el Grande, la iglesia propuso que el 25 de diciembre se celebrara el nacimiento del Salvador por su coincidencia con la celebración romana del Sol Invictus.
En todo caso, en el año 345 d.c. el día 25 era fiesta de Navidad en Occidente.En Oriente, sin embargo, la celebran el 6 de enero, pero la influencia de San Juan Crisóstomo, padre de la Iglesia de Oriente y patriarca de de Alejandría, y de San Gregorio Nacianzeno, el teólogo, amigo de San Basilio, consiguió que adoptaran el 25 de diciembre.

De San Nicolás a Papá Noel
20091206-SAN%20NICOLAS%20DE%20BARISan Nicolás fue obispo de Mira, Licia en el siglo IV.
Probablemente asistió al Concilio de Nicea en el año
325 d.c. Sin embargo, sus reliquias parece que fueron trasladadas en 1087 a Bari, donde se conservan en un sarcófago del que emana un bálsamo al que se atribuyen efectos milagrosos. Universalmente reconocido como taumaturgo, se le aplican numerosas leyendas relacionadas con resurrección de niños y dotación de vírgenes. Una de ellas cuenta que una noche ,cuando trataba de transportar tres bolsas de oro hasta las tres hijas de un mercader arruinado, una de las bolsas cayó dentro de los calcetines que colgaban de la chimenea para secarse y que por eso desde entonces se cuelgan los calcetines en espera de regalos. El mercader, vecino suyo, había decidido prostituir a sus tres hijas porque no tenía dinero para la dote. La historia cuenta que el santo arrojó las limosnas discretamente por una ventana para librar de la deshonra a las tres doncellas.
Otra leyenda asegura que San Nicolás devolvió la vida a tres niños que habían sido descuartizados y puestos en salmuera por un terrible secuestrador caníbal .Su fiesta se celebra el 6 de diciembre y es el patrón de Rusia y de Lorena, y muy popular en la citada Rusia, Grecia, Italia, el Norte de Europa, Alemania e Inglaterra, donde ha sido asimilado a su Papá Noel, ese personaje legendario de barba blanca, vestido de rojo y con capucha, y a Santa Claus, denominación anglosajona de San Nicolás, y con funciones de protector y patron de niños. San Nicolás viaja por estas fechas a Holanda desde España en un velero y acompañado por Pedro el negro, una especie de Betama que decide qué niños merecen regalos y quiénes no.
En Estados Unidos, el sinter Klaas importado se convirtió en Santa Claus. En el Mediterranéo, San Nicolás sustituyó en las fiestas y creencias populares a Poseidón, rey de los mares y dios de los terremotos de la mitología clásica. Se le representa con orgamentos episcopales y sus atributos son tres bolsas de oro con las que libró de la prostitución a las tres doncellas, los tres niños resucitados y un ancla, como protector de los hombres de mar, pues estando en Palestina dicen que calmó una enorme tempestad.

El Belén
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El belén o nacimiento es la representación del nacimiento de Jesús en Belén por medio de figuras.
Es uno de los escenarios más tempranos y habituales del arte cristiano, pues aparece ya en el siglo IV en la catacumba de San Sebastián de Roma. Hasta la Baja Edad Media persistió la variante de origen bizantino de la virgen acostada, acompañada por dos comadronas.Después,a partir del siglo XIV,la virgen está de rodillas y sin comadronas,pues se impone la idea del parto sin dolor.
La tradición popular del belén,pesebre o nacimiento es mucho más reciente. Parece que fue San Francisco de Asís quien realizó la primera representación en Greccio. Después, Santa Clara la difundió por los conventos franciscanos de Italia y posteriormente la propia difusión de la orden contribuyó a la extensión del pesebre representado por seres vivos o figuras.
Durante la Edad Media y el Renacimiento era costumbre representar escenas de Navidad en las iglesias. De ambas tradiciones arranca la de los belenes actuales con sus figuras de madera, yeso, plomo, barro o cartón.
Alcanzó su apogeo en el reino de Nápoles en el siglo XVIII y de allí pasó a España, de donde fue llevado a América Latina. Persiste en tambien en el sur de Italia, gran parte de Alemanía, Provenza y el Tirol.
Es costumbre mediterránea. En algunas regiones de Italia los niños construían una especie de belenes de madera, a los que llamaban la cabañita, con el Niño Jesús en su interior.
Tal vez recogía las dos tradiciones: la del árbol, o la del verdadero belén, la llegada de hierbas, musgo, o ciprés parece encontrar origenes gentilicios más que cristianos. El musgo, por ejemplo, cuenta con un hada protectora, la mujercita del musgo, según los alemanes.
Por su parte, la idea de belén como cueva o caverna donde nació Cristo encuentra similitudes en otras religiones donde los dioses nacen en cuevas o en las hendiduras de la Tierra. Quiza ningún pueblo del mundo ha llegado a crear, en relación a la navidad, una cosa tan graciosa, tan popular, como los belenes.

El Árbol de Navidad
Arbol_Navidad_02El árbol de Navidad se inserta en el ancestral culto a los arboles.El árbol representaba un poder y ese poder se debe al árbol en cuanto tal y a sus implicaciones cosmológicas, como escribe Mircea. Los bosques sagrados servían de templo a los germanos, Para los galos la encina era un arból sagrado sobre el que los Druidas, sacerdotes celtas guardianes de las tradiciones, recogían el muérgano. La recolección sagrada del muérgano era un rito galo, como lo describe Plinio. En el mundo clásico griego, la encina estaba consagrada a Júpiter; el laurel y la palmera, y el pino a Cibeles. En numerosos mitos, los árboles aparecen como residencia de los dioses, especialmente de las dríadas, ninfas protectoras de los árboles y de los bosques. En ocasiones se creía que los árboles estaban dotados de alma, El árbol de Navidad es un vestigio de aquel culto.
El árbol de Navidad en la actualidad es un abeto, un pino o un acebo que se adorna y se ilumina por esas fechas .la iluminación del árbol viene a significar la claridad frente al mortecino sol invernal. Dicen que la tradición del árbol tuvo su origen en los pueblos germánicos y que fue San Bonifacio, el apóstol de Alemanía, inglés de nacimiento y de nombre Winfrido quién taló la encina sagrada de los paganos para plantar en su lugar el abeto de los cristianos.
Una leyenda cuenta que un abeto recorrió muchos kilometros para llegar la noche de Navidad a Belén, donde habían sido convocadas todas las criaturas, incluidos los árboles. El abeto llegó exhausto porque tuvo que atravesar muchos países y muchas dificultades. Además, era pequeño y apenas podía asomarse entre las frondas más esbeltas. Pero de repente comenzó una lluvia de estrellas desde el cielo sobre sus marchitas ramas que culminó con la estrella de navidad. Entonces el niño del pesebre le miró y le dedicó una sonrisa eterna. Y le bendijo El bosque es siempre misterioso,dice Carlos Mendoza en la leyenda de las plantas.Y asegura que la leyenda registra muchos ejemplos de bosques protectores que cierran el paso a los perseguidores de la inocencia.
Y cuenta una historia de Toscana sobre la huida de José y de María y el niño a Egipto para escapar a la matanza de herodes Huía la Madonna con el niño Jesús, perseguida por los soldados del rey Herodes. Mientras andaba, las retamas y los garbanzos crujían, y con aquel ruido iba a delatarles. El lino se erizó, la Madonna llegó cerca de un enebro. Entonces la hospitalaria planta abrió sus ramas y se cerró sobre ella, ocultando así a la virgen con el Niño.

Epifanía: La Manifestación del Señor
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Epifanía significa “manifestación”. Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:
Su Epifanía ante los Reyes Magos (Mt 2, 1-12)
Su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán
Su Epifanía a sus discípulos y comienzo de Su vida pública con el milagro en Caná.
La Epifanía que más celebramos en la Navidad es la primera.
La fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio, festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: “la virgen ha dado a luz, la luz crece”.
Entre los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su nacimiento.
Hasta el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.
Esta fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD. La celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.

Los Reyes Magos
Mientras en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía. La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
De acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.
El hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que “lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mi me lo hacéis” (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de amor y fe a Cristo recién nacido.

Fuente: Catholic.net

sábado, 6 de diciembre de 2014

Obediencia, reflexión en tiempos de adviento


Hace unos días escuche una charla de un hermano en Radio María que me dejó pensando mucho en la obediencia.
Estando en tiempos de adviento (espera y preparación para recibir como personas nuevas a nuestro amado niño Jesús) creo que es bueno comentar que pasa cuando no obedecemos siendo bautizados y es un tema para reflexionar en esta época.
La obediencia no es solo para niños o jóvenes. Creo que los adultos somos los que más desobedecemos los mandamientos de Dios y las reglas de convivencia en sociedad. Ejemplo sencillo: no obedecer las reglas de tránsito.
DEFINICIÓN DE OBEDIENCIA: El término obediencia (con origen en el latín oboedientĭa), está relacionado con el acto de obedecer (es decir, de respetar, acatar y cumplir la voluntad de la autoridad o de quien manda).
Y Dios le dio al hombre un mandamiento; le dijo: “Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.” Génesis 2:16-17
A la mujer le gustó ese árbol que atraía la vista y que era tan excelente para alcanzar el conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió y le dio también a su marido que andaba con ella, quien también lo comió. Entonces se les abrieron los ojos y ambos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Cosieron, pues, unas hojas de higuera, y se hicieron unos taparrabos.  Génesis 3:6-7
Estas dos citas Bíblicas describen como comienza la desobediencia humana.
Hay un “poder” que nos dio Dios al crear al hombre y la mujer y es: el libre albedrío.
¿Por qué digo que es un poder? Porque es lo único en lo que Dios no puede ni opinar, ni dirigir, ni mandar. ¿Qué poder verdad? Y nos lo dio a nosotros, por amor.
Si Dios nos regaló algo tan valioso como el libre albedrío ¿Por qué somos tan desagradecidos? Porque tenemos el poder de decidir. En ti está escoger el camino a tomar en tu vida. Tus decisiones (buenas o malas) son tuyas, de nadie más. No importa quién te “tente a seguir un camino” (como lo hizo la serpiente con Eva) al final la decisión es tuya…y eso fue lo que hizo Eva…y eso fue lo que hizo Adán.
Siempre habrá alguien en tu vida que te dirá como romper las reglas y que te dirá que no pasa nada. Siempre estará la tentación, pero al final solo tu sabes cuando obras bien o cuando obras mal. Siempre he dicho que todo acto tiene una consecuencia y esa consecuencia tiene un responsable.
Creo que es tiempo de reflexionar. ¿Cómo llevas tu vida?
Los mandamientos de Dios son claros, no son negociables, ni caducan. Todo pasará, la palabra de Dios NO pasará.
Entonces ¿Por qué desobedecemos?, ¿Por qué hasta la Iglesia Católica está dividida?, ¿Por qué hay sectas, cultos, otras religiones?, ¿Por qué hay Ateos?, ¿Por qué el maligno conquista almas?, ¿Por qué llevo la vida que llevo?, ¿Por qué me enfermo?, ¿Por qué odio y tengo rencor?, ¿Por qué? ¿Por qué?
¡Porque así, lo quiero yo!, ¡Porque así, lo decidí yo!
Por mis decisiones, por mi libertad de ser, por no querer obedecer. Porque tengo el poder de decidir y si no me gusta algo, busco otra opción. Las opciones las inventamos nosotros para excusarnos de poder dejar de obedecer y no sentir culpa.
¿Qué le estamos enseñando a nuestros jóvenes y niños? Comencemos siendo consientes en que momentos damos el mal y el buen ejemplo.
Es momento de hacer un alto en nuestras vidas, reflexionar y con todo el corazón pedir al Espíritu Santo que despierte en nosotros nuevamente. Él no trabaja, si tú, no se lo pides.
La obediencia que nos pide Dios, es nuestra salvación, sin importar que te dice el mundo ahora. La obediencia a Dios es lo que determinará como seguimos nuestras vidas.
Dios nos dio sus reglas, nos lo dejó claro, nos dijo que hacer y que no hacer. No es como que tenemos que averiguar como vivir para ser salvos de todo mal. El “manual de vida” está al alcance de todos. Solo depende de ti; si lo quieres usar y seguirlo.
 Tiempo de esperar, tiempo de adviento, buen momento para iniciar una “nueva” vida con Cristo en tu corazón, nacer con Él y por eso te dejo meditando estas preguntas:
¿Cuándo desobedezco?
¿Por qué desobedezco?
¿Cuándo obedezco?
¿Por qué obedezco?